Es cierto que las partidas repentinas duelen más que otras, y que nos dejan divagando en un infinito de momentos que hubieramos querido vivir, es verdad también que el no haber estado junto a ti significa uno de tantos pensamientos amargos que hablarán y serán jueces de mis próximas amistades. Sin embago siempre supe y sé que fuimos únicos juntos, y que hicimos todo lo posible por hacernos felices mutuamente. Gracias por ser quien en verdad se mostró como es, quien me enseñó multiples cosas. Te quiero, y voy a extrañar demasiado.
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