
Me ausento por un tiempo de mí. (Finalmente) Expiro en un cuento mágico de dulces de colores, con una sonrisa roída por el deseo de la muerte.
-Quiere llevarme, hace tiempo que me busca y yo corro-
Finjo simulacros llenos de verdades a medias, mentiras de vainilla y jengibre. Enseguida miro el reflejo de menta que despide mi imagen, una blusa almidonada con muchísimo cuidado, las perlas están en su sitio, falda 5 cms exactamente por encima de la rodilla, tiene el vuelo indicado para hacerme elevar mientras camino. El pelo de color caramelo y con una textura alucinante. Una sonrisa enorme y falsa grapada a mi rostro se convierte en un grito lleno de ansia y desespero, se desprende de mí un olor a canela y olvido.
En mis manos encuentro una rosa marchita disfrazada de capullo y un libro sin memoria que escribí hace ya un buen tiempo, lo leí para tí aquella tarde glaseada de nieve. Lo recité mientras te buscaba en el brillo de tus ojos.
-Corro torpemente para escaparme de aquel hombre que me persigue sin siquiera mirarme, me aferro a las nubes de algodón rosado y éstas se rasgan al igual que mi hermosa vestimenta y voluntad. Al parecer soy la única que huye, niños viejos y jóvenes le sonrien al pasar con una complicidad que alguna vez conocí. No recuerdo haber emitido un comunicado que pactara una cita con él, pero tampco promulgué el acuerdo para escapar del todo.-
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